Lo pendiente no es lo mismo que la pendiente. Lo pendiente está inconcluso y estar permanentemente pendiente de lo pendiente es no terminar nunca.
Los pendientes de sentencia son carne de dependencias penitenciarias. Algunos de ellos, en algunos lejanos lugares, tienden a pender del cuello por ser unos pendencieros irremisibles.
Luego están los pendientes de mujer (no confundir con los que están pendientes de las mujeres), que desde hace un tiempo se llaman piercings y ya no son de mujer. Y aunque todos tenemos repleta nuestra bandeja de pendientes no los podemos pender de nuestros lóbulos porque son temas y los temas que penden no se suelen solucionar solos. Sólo no puedes, con amigos sí, como decía el filósofo.
Si algo pende, es que cuelga. Pero, un puente pendiente es más una deuda con los votantes que un puente colgante. De pender, mejor de una soga (que es más recia) que de un hilo, aunque esta elección no suele depender de uno mismo, sino de sus circunstancias. El problema está en que un 80% de los pendientes de un hilo han solucionado su situación frente al 0% que ha conseguido zafarse de la soga.
De pender, también los pendones, que bien, o son enseñas o no son ejemplo para enseñar a nadie. En ocasiones, veo niños que no están pendientes en sus lecciones y dejan pendientes para septiembre. Pasan a depender entonces de las clases particulares de diligentes universitarias de las que están particularmente pendientes todos los padres. Y es que depender de alguien es bueno si ese alguien está pendiente de tí. Crear dependencia es estupefaciente y quedarse colgado no es pender en el aire, que se lo digan a mi ordenador.
Lo más IN de lo pendiente es la independencia y lo más demodé del momento es ser dependiente de una tienda de discos. En un gran almacén nadie depende del dependiente para poder comprar, pero depende del corriente líquido de su cuenta para no acabar en dependencias policiales.
Si las cosas pendientes fuesen sencillas de comprender y siguiesen un movimiento armónico simple, estaríamos hablando de física y no estaríamos tan pendientes de lo pendiente y no diríamos tantas chorradas.
Banda Sonora recomendada:
Permanentemente Pendiente – Mamá Ladilla. ‘Analfabada’ (2002)
Depende – Siniestro Total. ‘Policlínico Miserable’ (1995)
Banda Sonora NO recomendada:
Depende – Jarabe de Falo, perdón… Palo. ‘Depende’ (1999)
Estoy pendiente de añadir tu blog a mis links, pero todo depende de que quede pendiente en mi agenda de asuntos pendientes para que, dependiendo de las ganas que tenga, deje de estar en «asuntos pendientes» para pasar a ser un hecho…
…o eso pienso yo…